Monday, November 30, 2015

Mutaciones, mujeres y apocalipsis.

.
A raíz de la presentación de mi libro Apocalipsis con amazonas, me he estado entregando recientemente a relecturas y divagaciones. La literatura de CF y fantástica está llena de mutaciones.  Jack Williamson plantea dos versiones que impactan, en la novela Dragon‘s Island de 1951 y en Darker Than You Think 1948 . En ambas novelas las portadoras iniciales de la mutación son mujeres, cuyo carácter de semilla, donadora y decisora de la vida y progreso o cambio humano no es extraño por ejemplo a versiones de la literatura fantástica o iniciática, acordémonos por ejemplo de la Eva de El rostro verde de Gustav Meyrink, de 1916, donde también es esta heroína quien despierta el yo súper consciente e inmortal escondido en Fortunato, personaje que a veces flaquea, pero a quien la fortaleza de su pareja proporciona la entrada al mundo real. De alguna manera, este tema es una variante de uno que tiene un carácter mítico y atraviesa los sectores culturales humanos decisivos. También nos encontramos con la mutación, esta vez espiritual, y no de base genética, que imperará cuando el apocalipsis limpie la tierra de la antigua humanidad y dé a luz la nueva. Así, el “hombre nuevo”, que aparece por ejemplo en la visión mítica derivada del análisis estructural y superestructural marxista, aunque esta vez producto de la trasformación social, luego del apocalipsis—que lo es—del mundo burgués. Es interesante esta noción del apocalipsis no ligado ya a la supervivencia del género humano, sino al surgimiento de una nueva especie humana. Así, la mutación aparece en las novelas de Williamson es un cambio cualitativo de la especie humana, en que tratándose de ciencia ficción, se toman en cuenta las realidades científicamente establecidas de la evolución y la genética. En cambio, la versión de Meyrink en El rostro verde presenta una revolución espiritual y la marxista un cambio sociocultural radical ligado al desarrollo de las relaciones de producción, el proceso económico en general. Pero en todos los casos se nota el anhelo contemporáneo de un cambio y superación del hombre/mujer actuales y su paso a un estado superior. Pero como decíamos, en estas novelas, el vehículo e incluso el repositorio de este germen de una especie superior o de su reemplazo por otra, es la mujer. Lo mismo pasa en una novela de John Whydam Re-Birth, publicada primero en 1955, en que las mutaciones—caso bastante frecuente en la ciencia ficción de la época—son producto del apocalipsis nuclear y las con rasgos positivos trans o post humanos son las menos, siendo en general las mutaciones defectuosas las prevalecientes pero que en el mundo post apocalíptico del autor del Día de los trífidos, as viables llegan a prevalecer. Hay otra versión de la mutación femenina, más similar a la mujer Sapiens, pero cuyo imperio es desbaratado por un héroe machista americano, en la novela de Jerry Sohl Las haploides, de 1953, en que el apocalipsis es en realidad un cambio de todas las instituciones humanas proyecto de estas mutantes, que serían mujeres que se reproducen solo con su material genérico que llevan ellas. La base científica de la realidad de las haploides, es que en realidad la posibilidad de la reproducción humana con solo el material genético femenino es posible y se ha realizado en laboratorio. Así, la prescindencia del hombre en la reproducción es un fantasma posible que se asoma en el horizonte científico.

Friday, March 1, 2013

la ambivalencia virtual

el espacio virtual se revela como contradictorio, especialmente para quienes tienen mis inquietudes, o semejantes. Por ejemplo, para lo que podría llamarse "experimentalismo", o "vanguardia", no como actitud (vital, emotiva, volitiva), sino en términos de lenguaje, o mejor, su uso intencional en marcos que se quieren o presuponen literarios. Si bien se la saludó y se la saluda como la posibilitadora del acceso a los enormes públicos virtuales del, precisamente mundo virtual, de esos textos y autores "raros", esa vitualidad no se realiza de la manera rotunda en que lo hace respecto a lo que podríamos llamar el lenguaje poético y en general literario, establecido. La participación masiva en los sitios de poesía en todo el mundo muestra, a la vez que la gran (relativamente) extensión de la práctica (que se quiere) poética, un consenso monumental respecto a la forma de la poesía y a su condición o esencia predominante, básicamente líricas. Un consenso que muchas veces se quiere totalizante. Así, pareciera que lejos de abrir públicamente el abanico de lo diverso, inhabitual, limítrofe o extremo--antes una incógnita que se suponía se llevaba a cabo en las buhardillas de la sociedad y en general era practicado por jóvenes urbanos de ojos extraviados--el mundo virtual muestra el aplastante predominio de lo convencional en lo poéstico, literario, en todos los órdenes de la expresión (¿por qué "expresión") escrita.

Tuesday, October 23, 2012

Resignación


La luna se muestra en un menguante. El salitre de la atmósfera se deja sentir pesado en los pulmones. En los nidos de los montes alojan pueblos. Ventoleras atraviesan en sentido vertical las latitudes. Emigran poblaciones del campo a la ciudad. Unan vez establecidas, otras generaciones van hacia la naturaleza, bosque río monte mar en busca de revitalizaciones que no llegan. Los ciclos de vida se repiten casi con la misma longitud agregando o quitando unos años o decenas. Frente este espectáculo del que todavía formo parte no me queda sino sumirme en las cotidianas labores de la existencia.

Tuesday, May 29, 2012

Resaca de taller

El poema como una ruptura. Aquí llamamos poema a lo que se presenta como poema, es decir lo que considera como concreción de la poesía la convención, la institución literaria, los diferentes estratos culturales de una sociedad en sentido vertical (escolaridad, idiomas, nivel laboral profesional, práctica de la escritura, residencia urbana o rural) y en sentido horizontal(los diversos grupos humanos en su distinto habitat, forma social, cultura, adscripción, género y etnia). Huelga enumerar en toda su multiplicidad las características concretas del poema así validadas, así como señalar que en cada caso se le concede valor. Es decir que independientemente de la forma que asuma, siempre se le concederá valor, es decir puede ser bello, veraz, emocionante, estimulante, intrigante, motivante, etc. Ahora respecto a la ruptura. En la medida en que es representación, es decir que al ser captado o percibido su referencia a algo es una característica esencial e infaltable. Lo referido estaba antes y el poema se refiere ahora a eso, lo destaca o lo descubre, o simplemente llama la atención sobre ello. Incluso en el caso de que –teóricamente—apareciera el poema o en él una realidad inédita, al percibirla a través del poema y representada en él, se le otorgaría un carácter preexistente y previo. Pero para eso el poema tiene que auto instaurarse como una ruptura en el flujo de lo existente, como rompiendo la homogeneidad con su singularidad, de modo de atraer la atención y fijarnos en él, es decir en lo que representa. Es así que su máxima presencia se logra cuando se lo percibe como reflejo o representación de la realidad ‘real’ que manifiesta. Su momento de realización máxima es cuando se convierte en reflejo de otra cosa (lo real). Este esquema no se restringe a la percepción o conocimiento del poema o del arte cualquiera forma que adopten, sino de todo lo que se nos enfrenta y que vemos refiriendo a otra cosa que ese objeto. Esto ha sido objeto de mucha elaboración en diversas épocas.
Adenda. Así se nos presenta una paradoja. Para notarse, el poema—y la así llamada obra de arte—tiene que ser de alguna manera un poco distorsionado, novedoso, atrayente, raro, etc.. Al notarse se ve instantáneamente como representación. La representación pide fidelidad con lo representado, aunque sea en forma implícita o materia de polémica. Entonces: el poema se nota gracias a su distorsión respecto a los otros objetos representativos de su serie. Pero esta distorsión apela a la fidelidad referencial en el eje de referencia, lo que implica su anulación. Es decir la distorsión aparece en el poema para autoanularse paralela e instantáneamente, en tanto lo no referencial. El segundo movimiento del lector/escucha/espectador es el reconocimiento de los elementos referenciados y de los elementos distorsionados en el poema. La realidad del poema es oximorónica, una pareja de elementos contradictorios.
Extrapolación. Entre estas dos instancias, la de la realidad y la distorsión que la posibilita en el poema—y en toda representación por así decir artística—se despliega el abanico de los realismos y los vanguardismos. El desiderátum de todo realismo es la representación fiel que a la postre no se distingue de lo representado y por ende el poema (o la obra artística en general) se anula como espectáculo. En el otro polo es la obra de arte (poema) desligada de la representación y constituida por el elemento de distorsión: la vanguardia absoluta concretizada por un objeto tan anómalo que sería invisible.

Como algo distinto. La presencia del elemento de ruptura implica que el poema se presenta como distinto, en términos de diferencia y de distinción. El último término tiene connotaciones del hecho de destacarse, como por ejemplo ‘tiene distinción, es tan distinguido’. Así vuelve a estar presente una jerarquía implícita o explícita: el poema destacado frente a lo borroso y su valor cualitativo. Lo destacado no implica necesariamente lo claro y definido, sino, otra vez, el instaurarse del objeto como destacado frente a un fondo. Pero no hay que negar que la distinción puede acercarse a la claridad en la percepción del objeto artístico—su mostración análoga de objetividades y formas del por así decir ‘mundo externo’ o propiamente ‘real y objetivo’ y ‘mundo interno’, elemento de claridad que de primeras e implícitamente se le exige en la mostración del mundo o la realidad que instaura, y respecto al que juegan otra vez las tendencias de alteración de lo real representado conducentes a experimentalismos y vanguardias que juegan teniendo como telón de fondo el desiderátum de coincidencia o identificación de la representación y lo representado.

Thursday, April 19, 2012

El poeta portavoz

Dado que yo mismo practico o en buen cristiano hago poesía, prosa, crítica, artículos sobre cultura, literatura, política, algo de plástica, lo que se llama crónica, con mayor o menor éxito, pero dentro de lo que se entiende más o menos por esos términos, me llama la atención el hecho de que el poeta sea más y más un portavoz o un vehículo de las posiciones, ideologías, programas, denuncias, reivindicaciones, condenas, alabanzas, absoluciones, santificaciones y demonizaciones, etc. provenientes de políticos, periodistas, sociólogos, culturólogos, líderes, la institucionalidad de países enteros, iglesias y cultos, la ciencia, etc.—muchas veces causas tan justificadas como loables, como la paz, la preservación del planeta, la autodeterminación de las naciones y los derechos humanos. Todo del uno. Pero quizás será por la compartimentación de papeles y funciones de la sociedad capitalista productiva—características que como otras a las finales se impusieron por el impulso ciego de la especie para reproducirse y comérselo todo—no se ven muchos poetas ambidextros que operan en la producción de las ideas a la vez que su difusión y carnalización a través de la poesía. Por eso cuando veo por ahí la nota crítica de un poeta sobre un libro, una incursión del poeta en la reflexión política cultural, ecológica, etc. no puedo negar que eso me encanta. Está bien expresar las cosas, expresarnos nosotros, dar voz a lo humano genérico—aunque ahí no termine la poesía, aunque quizás lo otro un poco más allá o más acá o al lado, a lo mejor ya es otra cosa—pero no inferir que por eso el poeta es tonto, ya que eso significa recoger esa tradición que jerarquiza las partes de la psique y adjudica al pensamiento—masculino y solar—una posición superior al sentimiento y la expresión, cosa de mujeres y lunar. Pero ya nos estamos yendo un poco por las ramas.

Monday, April 9, 2012

El Mall

El mall es una característica de las ciudades de nuestros días, como las ferias y los mercados. Se junta la gente, compra, vitrinea y conversa. Quizás no regatea, como en esos lugares pasados pero también contemporáneos de muchas ciudades en diversos estados de lo que se llama desarrollo. En mi opinión, un supermercado es un ingrediente básico del mall , como los cafés, las cafeterías de comida más o menos chatarra (junk food) y lugares donde sentarse. En un mall del centro de Montreal uno puede ver todavía a los chinos viejos que se sientan a conversar—porque el mall les creció alrededor del lugar donde se sentaban antes. En el Billngs Bridge, en Ottawa, los inmigrantes recientes se sientan en las mesitas de la cafetería, sumidos en uno de los pasos más decisivos de su ‘occidentalización’, si vienen de los países eufemísticamente llamados ‘en vías de desarrollo, mientras en la mesa del lado están los adolescentes de la secundaria, que se van para allá después de clase. En el Rideau Centre, también en Ottawa, una tienda de cadena la Bay, en algunas festividades y fines de semana, presenta espectáculos de música, muestras culturales o desfiles de modelo—claro que con fines comerciales. Pero eso no lo hace la municipalidad. En Santiago la gente va a los mall los fines de semana, para pasear, aunque no compre nada. También me ha tocado presentar espectáculos. Lo que plantea el tema de que la empresa privada cumple un papel que parecen descuidar las entidades públicas, que si bien efectúan festivales, parecen ajenas a este otro tipo de espectáculo más pequeño, casual si se quiere y como del ambiente, pero gratuito y que añade otra faceta al hecho de pasear por el mall sin un propósito determinado, quizás para tomarse un café si a uno se le da la gana o comerse unas donats o unas papas fritas. A la salida de los malls predicadores pentecostales testimonian, los adeptos de la cientología y los hara krisna, o de otros cultos e incluso afiliaciones políticas, o simples profetas o rebeldes individuales, venden o dan propaganda, los dealers y sus clientes hacen negocio y se juntan casualmente las pandillas urbanas. Ese es un lado negro pero infaltable. ¿Son los malls una llaga abierta más de la cultura capitalista que expone toda su degradación?, ¿son un elemento de la disolución de la vida familiar, de la corrupción de la juventud, la alineación en la moda, la antesala de drogadicción?. ¿o son un elemento vibrante y positivo de la vida moderna, una institución que un orden nuevo debiera mantener, aunque quizás transformando?

Wednesday, April 4, 2012

Concursos: envíos por internet

...esto debía ser más generalizado. Ante la perspectiva de sacar por ejemplo 5 copias de una novela de unas 150 páginas, encuadernarlas, empaquetarlas y ponerlas en el correo, algunos o muchos se sentirán bastante desanimados. Uno entre ellos. ¿Se trata de un juicio literario o de poner una valla para que solo concursen los que real interés?, ¿denota ese interés quizás el ansia de obtener el premio--por razones atendibles, como la falta de pecunio de muchos escritores o por tener un galardón que añadir a los currículos?.
No se puede negar que todavía pesa mucho eso de los premios, sobre todo de una publicación en papel, en pequeña o gran escala, que de alguna manera representan más y más galardones institucionales dentro de marcos de consenso de forma y contenido. Un libro es una mercancía, un bien de consumo y las cosas raras no se venden mucho. Eso descalifica de partida a la escritura no convencional e innovadora. Aunque entre los concursos chicos todavía se la pueda dar un lugar.
Pero se trata más bien de una cosa de forma, de un proceder institucional establecido y prestigiado. El libro impreso es una derivación y componente natural del premio literario de alguna envergadura y eso es tentador para los concursantes y va a las bibliotecas y las universidades, y en una de estas se vende, todas cosas muy loables.
Por otro lado las instituciones o personas convocantes se ahorran el trabajo de hacer copias para repartir al jurado.
¿En qué medida la literatura virtual está desplazando a la literatura en papel?, ¿existe todavía el consenso de que la virtualidad lo acepta todo y que las únicas publicaciones 'serias' son en papel y por editoriales?. Ya no es posible aceptar esto: muchas revistas, antología y libros en papel son unos bodrios y algunas revistas virtuales tienen los mismos estándares. La autopublicación puede denotar que un autor o autora carece de la calidad normativa según parámetros x par ser publicados comercialmente o bien señalar la presencia de lo innovador, audaz o verdadero que no tiene cabida en el mundo editorial comercial/institucional establecido y en vías de una homogeneidad cada vez mayor.
Pero por respeto al escritor y para facilitarle las cosas y como contribución a criterios ambientales y ecológicos, voto por la presentación de manuscritos electrónicos a todas las instancias concursables